La implementación de la facturación electrónica en España traerá consigo diversos retos para a todas las empresas. De entre todos ellos, el cambio tecnológico que garantice el cumplimiento de los requisitos técnicos de la ley será uno de los más importantes y de mayor impacto para las empresas.
Para emitir y recibir facturas electrónicas, las empresas deberán contar con un ERP o sistema de facturación, ya que la cantidad de requisitos que se exigen hace casi imposible su cumplimiento desde un Word o Excel.
De los sistemas de facturación que podemos encontrar actualmente en el mercado, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que NO SERVIRÁ NINGUNO, a menos que acometan las mejoras y cambios necesarios para dar cumplimiento a las nuevas exigencias, lo que significa que todas las soluciones tendrán que cambiar o morir.
Los nuevos sistemas de facturación deberán ser capaces de contener nueva información, como, por ejemplo, la plataforma que usa un cliente y a la que hay que hacer el envío de la factura, o el estado de la factura en dicha plataforma para saber si ha sido aceptada o no, o también si existe información sobre el pago de la misma. Además, las soluciones deberán ser capaces de interconectar con otros sistemas del mercado para que el intercambio de facturas se pueda producir entre clientes y proveedores.
La buena noticia es que el resultado de una transformación digital tan exigente supondrá un gran salto en la automatización de procesos de todas las organizaciones permitiendo ahorrar tiempo y recursos, ofrecer mayor accesibilidad a las facturas e información en tiempo real de las mismas.
